Nunca limpies el sudor de un cadáver...

Soy paramédico y lo que voy a contarles es una de las anécdotas más extrañas que pudieron sucederme a mi y a mi amigo Víctor, quien tiene años trabajando en el Semefo (Servicio Médico Forense), el era el encargado de recoger los cadáveres de la misma escena a donde yo acudía a levantar heridos y tratar de ayudarlos, pero en algunos caso no se podía y fallecían.

Hace algunos años tuvieron unos problemas con la unidad, por lo que tuvieron que pedirnos el favor de transportar los cadáveres en la ambulancia, era una chica que había fallecido en un accidente vehicular, su pequeño cuerpo de 1.50 metros daba nota de que la chica estaba ebria, aún olía a alcohol, su cuerpo salió disparado por el parabrisas, cayendo a unos 6 metros de su carro después de haberse impactado contra un poste, se golpeó el cráneo y se arqueó el cuello, las vértebras no soportaron la presión y falleció instantáneamente, por eso es que se recomienda el uso del cinturón de seguridad.

Al llegar no había nada que hacer, el cuerpo de 17 años estaba en el piso con la mirada perdida, su posición era indolente, se le revisó por protocolo pero no presentaba signos vitales, tenía una mirada fría, perturbada, yo sentía que al mirarla ella te regresaba la mirada, no parpadeaba pero parecía responder, la cubrimos con una manta para poder esperar el peritaje, llegó Víctor, mi amigo el forense

y procedió a levantar el cuerpo, se embolsó y nos pidió que lo lleváramos a la ambulancia, subió a la unidad con nosotros y llegamos al Semefo, lo descargamos y colocamos en la plancha, Víctor me dijo que podía quedarme si quería, que no había problema, comenzó a preparar los instrumentos e inspeccionar el cadáver, tenía moretones y cortadas que se había hecho por el impacto con el parabrisas.


Víctor realizaba la necropsia y cuando llegó a los pulmones se detuvo, algo no se sentía bien, una extraña sensación en el ambiente le erizaron la piel, sus manos estaba una en el pulmón de la chica y la otra con el cuchillo en la mano, la mirada de Víctor estaba fija en el pulmón, con miedo apretó el cuchillo y prosiguió con el procedimiento, cuando llegó a la laringe, la vio, ella estaba con los ojos abiertos, Víctor se los había cerrado pero sabía que los cuerpos recién fallecidos suelen tener movimientos involuntarios, le cerró los ojos y prosiguió.

Cuando le tocó revisar el cráneo, empezó por cortar el cuero cabelludo, le tapó la nariz a la chica, el cráneo se movía suavemente mientras Víctor trataba de fracturarlo adecuadamente, mientras Víctor hacía esto notamos que la chica sonreía con los dientes expuestos levemente, no podemos seguir con el procedimiento dijo y salió del lugar, cuando llegó el otro médico, le comentó lo que había pasado y ambos fueron a la sala donde estaba yo, la niña estaba ahí si expresión alguna, el doctor le dijo a Víctor que solamente lo había imaginado, que no pasaba nada.


El otro doctor se puso los guantes y prosiguió, terminaron y al regresar el cuero cabelludo a su lugar, se dieron cuenta que la niña los estaba mirando, aunque estaban parados del otro lado de la plancha, sólo hubo un silencio entre nosotros tres, cerraron el cuerpo y llenaron los formularios correspondientes, yo miré a la chica mientras ellos lo hacían, cuando regresaron se dieron cuenta que el cadáver estaba sudando, yo intenté limpiarlo y fue ahí cuando el doctor Pereira, el colega de mi amigo Víctor nos dijo: "No la limpien, no le quiten el sudor, la niña no quiere irse sola, si la limpian, ustedes al rato se sentirán mal, déjenla, está buscando a quien llevarse, algún familiar vendrá y la limpiará, es mejor que sea uno de ellos para que la acompañe".

Nos quedamos callados y no hicimos nada, más tarde llegaron sus padres llorando, reconocieron el cadáver y el doctor Pereira les mostró el cuerpo, Víctor y yo estábamos callados, al final el papá fue quien limpio el sudor del cadáver, después de todo la niña no se fue sola. Más tarde recibí el llamado de emergencia, un fuerte accidente se había dado, al llegar al lugar me di cuenta que era la camioneta en la que llegaron los padres de la chica y el padre había muerto, su esposa estaba sana, no sufrió ningún golpe, pero el hombre murió tras golpearse la cabeza con el volante, a los minutos ahí estaba Víctor levantando el cuerpo, pero esta vez, del padre

¿Curiosa coincidencia?

Att:Josselyn Dota,Kristine Benitez,Sebastian Davila 

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